sábado, 13 de febrero de 2010


El metropolita Andrei Sheptitsky:
Salvador de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial



Taras Hunczak




“Cuando llamo a Andrei Sheptitsky santo,
no estoy exagerando”

- Rabino David Kahane,
Justo de la naciones del mundo
(“Gerechter der Völker der Erde”,
Die Zeit, 27 de Diciembre de 1985).






Metropolita Andrei Sheptitsky



El metropolita Andrei Sheptitsky (1865-1944) fue la figura más prominente de la Iglesia Greco-Católica Ucrania del siglo veinte y el principal responsable de la creación del Exarcado Católico de Rito Bizantino en Rusia, a la cabeza del cual fue designado el beato Leonid Feodorov.

Mucho podría decirse de este santo varón de Dios. En el ensayo cuya traducción aquí ofrezco, se destaca su heroico apostolado para salvar de la muerte a muchos judíos durante la horrible persecución nacional-socialista alemana. Los católicos de rito bizantino ruso evocamos su figura como ejemplo de ardiente caridad e inconmensurable generosidad, y elevamos una oración por los seis millones de judíos que fueron asesinados cruelmente en las aras del diabólico nazismo.



Martín E. Peñalva (traductor)




Para entender el rol humanitario del Metropolita Andrei Sheptytsky durante la Segunda Guerra Mundial, tenemos que colocarlo en su contexto histórico. En efecto, los problemas a enfrentar por el carismático líder de la Iglesia Greco-Católica Ucrania desafiaron sus principios y su habilidad para confrontar los regímenes criminales tanto comunista como fascista.

Los comunistas, que propugnaron una política de ateismo y dictadura, introdujeron un sistema de reglas que nunca el pueblo de Ucrania occidental experimentó en su vida. En el corto tiempo de su dominio (de Septiembre de 1939 al 22 Junio de 1941) las cárceles se llenaron de gente inocente, mientras miles eran exiliados a Siberia.

Cuando el ejército alemán avanzó y el ejército rojo se replegó de Ucrania occidental, el pueblo descubrió que las cárceles estaban llenas de cadáveres de jóvenes ucranios asesinados por la NKVD. La actitud del pueblo ucranio, bajo la influencia del estereotipo “judío-comunista” o “judío-bolchevique”, que estaba basado en una significativa participación judía en los puestos de la estructura de poder comunista, particularmente en la policía secreta –la Checa, la GPU y la NKVD- (1) y que reforzada más aún por la política nazi antisemita, estalló en varios pueblos y ciudades en actos de violencia contra los judíos. De este modo, la tragedia del pueblo ucranio se convirtió en la tragedia del pueblo judío.

En la ciudad de Lviv, unos 20.000 ucranios desaparecieron durante el dominio soviético, y 5.000 fueron asesinados en las cárceles (2). Los parientes de los prisioneros asesinados, que fueron a rescatar a las víctimas inocentes de la persecución comunista, encontraron sólo sus cadáveres. En dicho momento de desesperación “... usando la violencia, llevaron consigo unos mil judíos y los entregaron a la cárcel de la GPU [en realidad, la NKVD], ocupada por la Wehrmacht” (3). Dichos judíos inocentes –los culpables muy probablemente huyeron con la retirada del ejército rojo- fueron forzados a retirar de las celdas los cadáveres de las víctimas de la persecución comunista, la gran mayoría de los cuales eran ucranios.

El Ereignismeldung (informe de los hechos) describe posteriormente el rol jugado por los alemanes en el asesinato masivo de judíos, diciendo que “la policía llevó consigo y ejecutó aproximadamente 7.000 judíos, como represalia por atrocidades inhumanas” (4). Crímenes similares contra los judíos fueron perpetrados por los nazis, a menudo con la participación de algunos ucranios, en otros pueblos de Ucrania occidental (5).

Esta fue la trágica realidad de pueblo ucranio y judío.

Desafortunadamente, algunos escritores no están satisfechos con la triste y bien documentada realidad; añaden a esta trágica historia una construcción infundada para la que no hay evidencia documental en absoluto. A tal invención pertenece el cuento de que hubo pogroms, particularmente en Lviv, conocidos como “los días de Petliura”, supuestamente “en memoria de Petliura de quien miles de judíos cayeron víctimas” (6).

Como podemos ver en esta corta discusión, mito y realidad se entrecruzan, creando una base para la tragedia. El problema fue muy bien analizado por Zvi Gitelman, quien escribió: “Lo primero es una selectiva memoria histórica, que... parece ser la base para un mito colectivo que es desarrollado y trasmitido a través de generaciones. Este mito forma la base para imágenes estereotipadas que las nacionalidades desarrollan acerca de sí mismas y respecto de otros. No es el hecho histórico el que forma las actitudes para con unos y otros, sino la interpretación del hecho...” (7).

El Metropolita Sheptitsky, quien inicialmente dio la bienvenida al ejército alemán victorioso y le agradeció por la liberación de la tiranía comunista, fue pronto horrorizado por los sangrientos pogroms y las ejecuciones masivas de judíos. En efecto, como maestro de moralidad y orden civil, el metropolita sintió que extendida violencia y la indiferencia hacia los principios de urbanidad minarían la misma base de la ética social.

Describiendo la situación al Papa Pío XII en 1941 respecto al asesinato masivo de los judíos, Sheptitsky escribió: “Es como si una jauría de rabiosos y atroces lobos se hubiera arrojado sobre dichas personas”.

En otra carta, dirigida al Cardenal Tisserant en 1943, Sheptitsky escribió: “Toda Volyn y partes de Ucrania occidental están desbordadas por bandas de un único tipo político. Algunas bandas son polacas, otras ucranias y otras incluso comunistas. Detrás de ellos están los verdaderos criminales, entre quienes hay gente de varias nacionalidades: alemanes, judíos, ucranios, polacos y rusos” (8).

Sheptitsky se preocupó obviamente por la ausencia de todo principio moral en las ejecuciones masivas de judíos, en cuyo proceso algunos miembros de la milicia ucrania también participaron. En Febrero de 1942, el Metropolita envió su inquietud en una carta al SS Reichführer Heinrich Himmler, protestando por el genocidio nazi contra el pueblo judío y el uso de policía auxiliar ucrania en tal actividad criminal. Himmler respondió, aconsejando al metropolita “que no interfiera en asuntos que no le concernían” (9).

Los alemanes tomaron represalias por la carta de Sheptitsky, poniendo fin a las actividades del Consejo Nacional Ucranio del que Sheptitsky era presidente honorario (10). Esto, sin embargo, no disuadió al metropolita de continuar su actividad de salvar vidas. “En su carta pastoral ‘Sobre la misericordia cristiana’ (Junio de 1942), vinculó el deber cristiano de amor fraternal con la santidad de la vida humana” (11).

Una declaración mucho más poderosa de Sheptitisky en defensa de la vida humana, condenando diversas formas de homicidio, asesinato y la política de exterminio, fue realizada en su carta pastoral “No matarás” (12). La epístola, emitida en Noviembre de 1942, fue leída en todas las iglesias, amenazando con el castigo divino a todos los individuos que “derraman sangre inocente y se proscriben de la sociedad humana por despreciar la santidad del hombre” (13).

Además de las cartas pastorales a sus fieles, el metropolita Sheptitsky decidió usar la estructura administrativa de la Iglesia Greco-Católica Ucrania para salvar a tantos judíos como fuera posible. Uno debe tener en cuenta el hecho que salvar judíos era muy peligroso: la pena para lo que los alemanes llamaban Judenbeguenstigung (favorecer judíos) era la muerte por ejecución. Sin embargo el metropolita estaba dispuesto a arriesgar monjas y monjes, sacerdotes y laicos para vivir la regla de Dios: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Los colaboradores más cercanos en la labor conspirativa de salvar judíos fueron: el protohigúmeno de los monjes estuditas y superior de todos los monasterios ucranios, Klymentii, quien era hermano de Sheptitsky; la higúmena Iosefa, quien fue madre superiora de todos los conventos; y el Padre Marko Stek, que proporcionó documentos falsos a los judíos y organizó su escolta a monasterios y conventos.

De acuerdo al rabino David Kahane, quien fue salvado por Sheptitsky, más de 240 sacerdotes ucranios arriesgaron sus vidas escondiendo o ayudando judíos (14). Además de 200 niños que fueron ocultados en monasterios y conventos, Sheptitsky albergó, en su propia residencia, a 15 judíos, entre ellos Kurt Lewin, su hermano Isaac Lewin y el rabino Kahane, quien luego llegaría a ser el principal rabino de la Fuerza Aérea Israelí.

Años después, Philip Friedman se referirá atinadamente a tales nobles individuos, y a otros como ellos, como “los guardianes de sus hermanos” (15).

Para el pequeño grupo de estos niños y adultos afortunados, la guerra terminó cuando el ejército alemán se retiró de Lviv en el verano de 1944. Luego los niños fueron colocados con familias judías y el metropolita Sheptitsky proporcionó comida, vestimenta y mantas para los niños y sobrevivientes, quienes organizaron un Comité Judío (16).

Sheptitsky fue, en efecto, como afirmó el rabino Kahane, “uno de los más grandes filántropos en la historia de la humanidad [y] ciertamente el mejor amigo que los judíos han tenido alguna vez” (17). En una entrevista con David Mills el 31 de Mayo de 1968, Kurt Lewin dijo que ver un hombre como Sheptitsky “es como tocar las estrellas y ser inspirados por ellas ... Es un rayo de humanidad de lo mejor, un rayo de religión y fe de lo más poderoso” (18).

Sobre la base de la evidencia proporcionada por los individuos salvados por el metropolita Sheptitsky, se puede honestamente concluir que fue verdaderamente uno de los Justos entre las naciones del mundo.

Debemos saber también, sin embargo, que hubieron numerosos individuos heroicos que estuvieron dispuestos a arriesgar sus vidas para salvar judíos. Entre ellos encontramos al Mayor Senytsia de Kremenchuk quien, junto al Padre Romansky, un sacerdote ortodoxo ucranio, pudo salvar judíos debiéndolos bautizar para poder proporcionarles documentos falsos (19). En Sambir, Ucrania occidental, Oleksander Kryvoiaza ayudó a salvar 58 judíos (20), mientras en Zavaliv, Roman Biletsky y su padre, Levko, rescataron y salvaron 23 judíos (21).

Estos son sólo tres ejemplos de aquellos que quienes estuvieron dispuestos a sacrificar sus vidas para salvar judíos pero, de acuerdo a Philip Friedman, su número debe haber sido considerable, ya que aproximadamente 100 fueron ejecutados por ocultar o ayudar judíos (22).

Como informó la Policía de Seguridad Alemana, además de estos heroicos individuos, los miembros de la Organización de Nacionalistas Ucranios (OUN), proporcionó a judíos que estuvieron trabajando con ellos pasaportes ilegales (23). Encontramos un informe similar en el Ereignismeldung UdSSR. Nr. 183. Der Chef der Sicherheitspolizei und des SD. Berlin, den. Maerz 1942, que informa que, sin duda alguna, el movimiento de Bandera proveyó a judíos de documentos falsificados (24). Aquellos fueron, en efecto, días de mucho esfuerzo.



NOTAS


(1) Leonard Schapiro, “The role of the Jews in the Russian Revolutionary Movement”, Slavonic and East European Review 40 (Diciembre 1961), págs. 164-165. El autor escribió que “los judíos abundaban en los niveles inferiores del la maquinaria partidaria, particularmente en la Checa y sus sucesoras, la GPU, la OGPU y la NKVD ...”. Una nueva investigación en los archivos de Rusia y Ucrania reveló que los judíos en los años 1920 y 1930 ocupaban latas posiciones en el servicio secreto en Ucrania, excediendo en número a todas los otros grupos nacionales juntos. Véase Taras Hunczak, “Problems of Historiography: History and Its Sources”, Harvard Ukrainian Studies. Vol. XXV, Number 1/2, Primavera 2001, págs. 129-142.

(2) Véase “Trials of War Criminals before the Nuremberg Military Tribunals”, 4:518-21.

(3) Véase Der Chef der Sicherheitspolizei and des SD Ereignismeldung UdSSR. Nr. 24, 16 de Julio de 1941, pág. 12.

(4) Ibid.

(5) Para más detalles véase Taras Hunczak, “Ukrainian-Jewish Relations during the Soviet and Nazi Occupations” en Yury Boshyk, ed., “Ukraine During World War II: History and Its Aftermath”. Edmonton: 1986, págs. 39-57.

(6) Véase Aharon Weiss, “Jewish-Ukrainian Relations in Western Ukraine During the Holocaust” en Peter J. Potichnyj and Howard Aster, eds., “Ukrainian-Jewish Relations in Historical Perspective”. Edmonton: 1988, pág. 413.

(7) Zvi Gitelman, “Contemporary Soviet Jewish Perceptions of Ukrainians: Some Empirical Observations” en Peter J. Potichnyj and Howard Aster, pág. 440.

(8) Myroslav Marynovych, “Called and Chosen: Several Portraits of Metropolitan Andrey Sheptytsky” en The Ukrainian Quarterly, Volumen LX, Nº 3-4, págs. 211, 213.

(9) Kurt I. Lewin, “Metropolitan Andreas Sheptytsky and the Jewish Community in Galicia” en Annals of the Ukrainian Academy of Arts and Sciences in the U.S., Vol. VII, Nº. 1, 2 (1959), pág. 1661.

(10) Kost Pankivskyi, “Roky Nimetskoi Okupatsii”. New York: 1965, pp. 29-30.

(11) Andrii Kravchuk “Christian Social Ethics in Ukraine”, Edmonton: 1997, pág. 240.

(12) La carta pastoral “Ne Ubyi” fue publicada en Lvivski Arkhieparkhiialni Vidomosti 55, Nº. 11 (Noviembre 1942), pp. 177-183. Una copia de la traducción original de la carta al alemán “Du sollst nicht Toeten”, probablemente hecha por el Servicio de Seguridad Alemán, está en mi archivo personal.

(13) Ibid., págs. 222-231.

(14) Leo Heiman, “They Saved Jews: Ukrainian Patriots Defied Nazis” en The Ukrainian Quarterly, Invierno 1961, pp. 320-332. La mayor parte del artículo es la dramática historia del rabino David Kahane. Rabí Kahane cuenta también sobre los niños judíos: “Organizamos 200 niños judíos, incluyendo los hijos del rabino Hamaydess, rabino Lewin, y mi propia hija. Todos los niños fueron pasados a escondidas a uno u otro monasterio, ocultados en la cripta, dándosele certificados falsos de bautismo, nombres ucranios, y dispersados por todos las escuelas conventuales y orfanatos en y alrededor de Lviv. Todos ellos sobrevivieron a la ocupación nazi y a la guerra”.

(15) Véase Philip Friedman, “Their Brothers’ Keepers”, Holocaust Library, New York: 1978, pp. 130-136. Véase también Shimon Redlich, “Sheptytsky and the Jews During World War II” en Paul Robert Magocsi, ed., “Morality and Reality: The Life and Times of Andrei Sheptytsky”. Edmonton: 1989, págs. 143-162. Para otros testimonios véase “Mytropolyt Andrei”, Ukrainskyi Samostiinyk, Junio 1966, págs. 24-36; asimismo Osyp Kravcheniuk, “Veleten zi Sviatoiurskoi Hory”, Yorkton, Saskatchewan: 1963, págs. 97-104.

(16) Kurt I. Lewin, “Metropolitan Andreas Sheptytsky ...”, op. cit., pág. 1666.

(17) Heiman, “They Saved Jews”, pág. 325. Para ayudar a los judíos Sheptitsky apeló incluso a laicos que conocía bien. Me estoy refiriendo al pedido (14 de Julio de 1941) que el metropolita hizo al profesor Ivan T. Rudnytsky, un destacado abogado en Lviv, para ayudar a Samuel Markus. Archivo personal del profesor Leonid Rudnytzky, Philadelphia

(18) Las grabaciones de la entrevista están en mis archivos personales.

(19) Por esta subversión de la política alemana, Senytsia fue ejecutado. Véase Der Schef der Sicherheitspolizei und des SD, Berlin, den 6. Maerz 1942. Ereignismeldung UdSSR Nr. 177, 3. Bundesarchiv, Koblenz R58/221.

(20) Véase Philip Friedman, “Ukrainian-Jewish Relations during the Nazi Occupation”, YIVO Annual of Jewish Social Studies 12 (1958-1959), p. 289.

(21) Para la historia de la reunion de Roman Biletsly con los sobrevivientes en New York, véase “Pidhaietski Zhydy v Niu Yorku Viddiachylys Ukraintsevi za Riatunok”, Svoboda, 24 de Febrero de 1978. Para otra hazaña heroica véase Petro Pik-Piasetsky, “Iak Ukrainsld Lisnyky Riatuvaly Zhydiv”, Svoboda, 9 de Abril de 1955.

(22) Friedman, “Ukrainian-Jewish Relations”, pág. 288.

(23) Taetigkeits - und Lagebericht Nr. 11 der Einsatzgruppen der Sicherheitspolizei und des SD in der UdSSR (Bericht vom 1.3.-31.3.1942), pág. 20. “In Shitomir, Krementschug und Stalino konte eine Anzahl Banderaanhaenger festgenomen werden, die versucht hatte, die Bevoelkerung fuer eine politische Unabhaengigkeit der Ukraine zu gewinnen. Dabei wurde festgestellt, dass die Banderagruppe ihre Mitlieder und fuer ihre Bewegung arbeitende Juden mit falschen Paessen versah” [En Zhitomir, Kremenchuk y Stalino pudieron arrestar un número de seguidores de Bandera, quienes trataban de ganar a la población local para la independencia de Ucrania. Al mismo tiempo, fue confirmado que el grupo de Bandera proveía a sus seguidores y a los judíos que trabajaban para ellos pasaportes falsos].

(24) Ereignismeldung UdSSR Nr. 183. pág. 189. “Es steht heute einwandfrei-fest, dass die Bandera-Bewegung nicht nur ihre saemtlichen Funktionaere, sondern auch Juden mit falschen Paessen versehen hat” [Se puede decir que indudablemente el movimiento de Bandera proporcionaba no sólo a sus funcionarios sino también a los judíos pasaportes falsos].


Aparecido en The Ukrainian Weekly, Vol. LXXIV, Nº 5, 29 de Enero de 2006. Traducción del inglés del Dr. Martín E. Peñalva.

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